Hay más felicidad en dar que en recibir, y esto es absolutamente cierto.
La felicidad no está como un ente fuera de nosotros, y se hace
potente, sensible, cuando damos, cuando compartimos, cuando amamos.
Por eso, si quieres ser feliz, aprende
primero a dar, a amar y aprende de las cosas simples y sencillas que
quizás puedan servirte.
No esperes oportunidad, créalas. No busques amor, dalo tú. No pidas amistad, mejor concédela.
No desprecies el sufrimiento y los errores, aprende de cada uno de ellos. No tengas prejuicios, ten disponibilidad.
Recuerda que los dones más valiosos son:
la paz, la alegría, un buen libro, la música, el silencio, un gran amor,
un hermoso recuerdo.
Cada día es una nueva oportunidad para ser feliz.
!!!DISFRÚTALA !!!
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