Ven y acércate.

Dime que te vas aun sin querer.

Dime que aunque aún estás,

ya empiezas a echarme de menos.

Que para ti lo soy todo

y que tu todo es nada sin algo de mí.

Dime que te quieres comer el mundo

pero que he de estar a tu lado.

Que es posible llorar de alegría

tantas veces como juntos deseamos.

Pídeme los mil besos escondidos

que te guardé.

Ven, acércate. Convénceme.

Pero como cada mañana, vuelvo a despertar.

Y sigues tan ausente, angustiado, perdido.

No olvides que estoy a tu lado.

Despierta cada sentimiento dormido.

Recuerda que te sigo amando. Tanto...